Cuando se planea la compra de un montacargas también se presenta el dilema de elegir entre uno eléctrico y otro de combustión interna. Aunque ambos son excelentes opciones, desde finales de la década de los ochentas, la elección más popular han sido los equipos eléctricos.
Esto debido a que su buen funcionamiento les ha hecho merecer la confianza de los usuarios y a que pueden realizar prácticamente todas las tareas de una máquina de combustión interna. De todas formas, es importante tomar en cuenta una serie de factores para decidir qué tipo de maquinaria responde mejor a las necesidades de su empresa.
Costos:
- De propiedad: ¿cuánto costará adquirir, almacenar y dar mantenimiento al equipo?
- De energía: se refiere al costo del combustible, o bien, al de los cargadores que se emplean en los equipos eléctricos.
- De mantenimiento y refacciones: ¿cuánto ha de invertirse en revisiones, composturas y reemplazo de piezas?
Variables de espacio y tiempo:
- Tiempo estimado de vida útil: este factor le ayudará a determinar el costo de mantenimiento anual.
- Instalaciones: tanto las destinadas al almacenamiento de la máquina como aquellas en las que se harán las recargas de energía o combustible.
- Espacio de operación: es importante tener claras las dimensiones de los pasillos y las instalaciones por las que circulará el Esto marcará otra pauta para saber si la elección es adecuada.
- Condiciones particulares del espacio: lo ideal es tener en cuenta el tipo de pisos, la existencia de rampas, alturas y distancias del lugar de trabajo a fin de prever que el peso y las dimensiones de la máquina no estropeen la instalación.
Repercusiones ambientales:
- Contaminantes: antes de decidir merece la pena investigar sobre el tipo de contaminación que genera cada alternativa, así como las medidas preventivas y responsabilidades que conllevan.
- Ruido: también es indispensable verificar que las emisiones sonoras de la máquina estén dentro de los niveles permitidos por la norma oficial mexicana.
- Cambios de temperatura relacionados con el uso del equipo: conviene cerciorarse de que el aumento de temperatura no interfiera de manera perjudicial en otros procesos que se lleven a cabo de manera simultánea en la empresa.
- Su montacargas como material de desecho: otro aspecto a considerar y en el que pocas veces se piensa es qué ocurrirá cuando el montacargas deje de funcionar definitivamente; dónde se depositarán sus residuos, qué consecuencias tendrá esto para el medio ambiente y si podrán ser reciclados para algún otro propósito.
Ante cualquier duda, en Montacargas del Valle de México podemos asesorarlo y ofrecerle la mejor calidad, una vez definido el tipo de maquinaria que necesita. Contáctenos y haga valer su inversión en el largo plazo.